Consejos:

  • Planifica tu vivero. Antes de que te pongas los guantes y el sombrero, debes contemplar las plantas que tienes y sus beneficios. Las plantas que se desarrollan en sombras, deberían estar bajo árboles grandecitos o tejados. Las que son alimentadas por el sol, deben estar descubiertas y las que necesitan mucha agua, en lugares húmedos. Por lo tanto, investiga cada una de tus plantas para saber dónde deben ir.
     
  • Haz tu propio abono. Puedes crear tu abono con los residuos de cocina, basura orgánica, cereales (arroz), tierra normal y agua. Lo puedes preparar poniendo una capa de cada componente sobre otro; luego, cubrilo con plástico y revuélvelo todos los días para permitir que fluya el oxígeno.
     
  • Reutiliza tus semillas. Utiliza las semillas de las verduras o frutas que has comprado en el supermercado y no las deseches. Guarda las semillas en un lugar fresco y seco.
     
  • Dile adiós a los herbicidas. Los herbicidas son sustancias químicas que se espera controlen las plagas. Al contener sustancias sintéticas, son destructivas para el clima, por lo que el mantenimiento del jardín debe basarse en él cuido orgánico.
     
  • Almacena el agua. Puedes almacenar agua en barriles colocados hacia el final de los desagües de tu casa. Guarda el agua en un compartimento impenetrable, ponla a hervir si es posible para evitar que se contamine rápidamente y guárdala en recipientes de vidrio, como botellas de litro.

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