Apártate del celular.

A pesar de que las nuevas tecnologías se han convertido en una parte “esencial” de nuestras vidas, en este tipo de actividades debes guardarlo en el bolsillo, o mantenerlo lo más alejado de tu alcance. Participa en las conversaciones familiares con cordial respeto, atención y afecto.

No acordarte de los regalos.

Aunque en muchas familias no es una costumbre el compartir obsequios, y esta práctica no debe ser el centro de la navidad, recibir un detalle de un familiar o ser querido es lindo. En el caso de que muchas personas decidan celebrar la navidad a tu lado, puedes hacer algunas bonitas manualidades o recetas caseras, por ejemplo, almohadillas, marcos para fotos, mermeladas caseras, galletas, etc.

Criticar la comida.

Imagina que están todos reunidos hablando tranquilamente y de ponto llega un plato que no tiene muy buena pinta y lanzas un comentario inoportuno como “¡Qué feo se ve esto, ni loco me lo comeré!” Y para colmo, alguien sentado en el extremo opuesto de la mesa responde: "Lo he hecho yo". El silencio y la incomodidad reinará sin duda, y créenos, las excusas solo agravan la ofensa. Así que, lo ideal, es reconsiderar lo que dirás antes de emitir un juicio sobre lo que hay en tu plato.

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